La regularidad y la continuidad de las sesiones con que se realizan las prácticas para desarrollar una habilidad psiquica son los factores mas importantes y necesarios para poder alcanzar los resultados proyectados.
Para el buen desarrollo del entrenamiento, no existe nada mas perjudicial que la irregularidad y/ o discontinuidad entre las prácticas.
El tiempo que transcurre entre una sesion de práctica y la siguiente, es el elemento determinante, para que el estímulo logrado en esa sesión, alcanze a llegar con fuerza suficiente a la siguiente, y potenciar así, sus efectos y tener efecto en la neuroplasticidad.
La ley fisiologíca denominada " suma de estímulos", en la que se basa la práctica de los poderes PSI, funciona así: una sesión va potenciando la siguiente y así sucesivamente.
La suma de estímulos, cuando se cumple a lo largo del tiempo, es lo que permite desarrollar todas las posibilidades latentes, para lograr el despertar o desarrollo de estas capacidades.
Cuando los tiempos entre las sesiones se prolongan mas de lo previsto, los estímulos no alcanzan a unirse y potenciarse, y sus efectos se van desvaneciendo y debilitando.
Cuando esto sucede, los resultados son menos visibles, y se producen con una mayor lentitud, desmoralizando al prácticante, al no cumplirse las expectativas esperadas.
Lamentablemente, no siempre se comprende y se da la suficiente importancia, a los efectos negativos, que produce la discontinuidad entre las sesiones de práctica. Esta es una de las principales razones por la que mucha gente fracasa en el desarrollo de las kinesis, habilidades extrasensoriaales o lo que sea que estén intentando hacer.
Los inconvenientes que existen en la vida diaria son muy frecuentes y diversos. Estos dificultan el cumplimiento de las sesiones de práctica previstas.
Por eso, todos los esfuerzos que se efectuan para mantener el ritmo adecuado del entrenamiento, son no solo muy necesarios, sino también prescindibles.
Frecuentemente se establecen confuciones con los tiempos de duración de los entrenamientos. Ya que se cuentan los meses transcurridos desde el inició de los prácticas.
Este error es muy común, secede debido al desconocimiento, de que lo que determina realmente en que momento se encuentra el entrenamiento es el número de sesiones de efectuadas con la regularidad adecuada y no el tiempo transcurrido.
Posiblemente, la persona que halla practicado muy poco se encuentre algo desencantado, de que sus resultados son lentos en su avance. Pero el, no llega a comprender, que no esta practicando lo suficiente realmente, ya que no debe contarse los meses o semanas transcurridos si no los días que realmente lleva practicando.
Es como ir a un gimnasio un par de veces al mes y pretender obtener resultados cuando no se tiene una rutina de práctica de al menos 3 o 4 días a la semana.
Estas situaciones, son las que hay que evitar porque los efectos de dejar las prácticas, no se ven en lo imediato, sino en con el transcurso del tiempo.
En estos casos surge una duda muy negativa: ¿es el entrenamiento el que fracasa o la forma en que se efectua?
Efectuar las practicas con regularidad y continuidad, manteniendo el ritmo previsto en todo el entrenamiento, es un esfuerzo que siempre es recompensado ampliamente, con los resultados obtenidos. Hay que convertir las practicas en hábitos que sean agrables.
Para el buen desarrollo del entrenamiento, no existe nada mas perjudicial que la irregularidad y/ o discontinuidad entre las prácticas.
El tiempo que transcurre entre una sesion de práctica y la siguiente, es el elemento determinante, para que el estímulo logrado en esa sesión, alcanze a llegar con fuerza suficiente a la siguiente, y potenciar así, sus efectos y tener efecto en la neuroplasticidad.
La ley fisiologíca denominada " suma de estímulos", en la que se basa la práctica de los poderes PSI, funciona así: una sesión va potenciando la siguiente y así sucesivamente.
La suma de estímulos, cuando se cumple a lo largo del tiempo, es lo que permite desarrollar todas las posibilidades latentes, para lograr el despertar o desarrollo de estas capacidades.
Cuando los tiempos entre las sesiones se prolongan mas de lo previsto, los estímulos no alcanzan a unirse y potenciarse, y sus efectos se van desvaneciendo y debilitando.
Cuando esto sucede, los resultados son menos visibles, y se producen con una mayor lentitud, desmoralizando al prácticante, al no cumplirse las expectativas esperadas.
Lamentablemente, no siempre se comprende y se da la suficiente importancia, a los efectos negativos, que produce la discontinuidad entre las sesiones de práctica. Esta es una de las principales razones por la que mucha gente fracasa en el desarrollo de las kinesis, habilidades extrasensoriaales o lo que sea que estén intentando hacer.
Los inconvenientes que existen en la vida diaria son muy frecuentes y diversos. Estos dificultan el cumplimiento de las sesiones de práctica previstas.
Por eso, todos los esfuerzos que se efectuan para mantener el ritmo adecuado del entrenamiento, son no solo muy necesarios, sino también prescindibles.
Frecuentemente se establecen confuciones con los tiempos de duración de los entrenamientos. Ya que se cuentan los meses transcurridos desde el inició de los prácticas.
Este error es muy común, secede debido al desconocimiento, de que lo que determina realmente en que momento se encuentra el entrenamiento es el número de sesiones de efectuadas con la regularidad adecuada y no el tiempo transcurrido.
Posiblemente, la persona que halla practicado muy poco se encuentre algo desencantado, de que sus resultados son lentos en su avance. Pero el, no llega a comprender, que no esta practicando lo suficiente realmente, ya que no debe contarse los meses o semanas transcurridos si no los días que realmente lleva practicando.
Es como ir a un gimnasio un par de veces al mes y pretender obtener resultados cuando no se tiene una rutina de práctica de al menos 3 o 4 días a la semana.
Estas situaciones, son las que hay que evitar porque los efectos de dejar las prácticas, no se ven en lo imediato, sino en con el transcurso del tiempo.
En estos casos surge una duda muy negativa: ¿es el entrenamiento el que fracasa o la forma en que se efectua?
Efectuar las practicas con regularidad y continuidad, manteniendo el ritmo previsto en todo el entrenamiento, es un esfuerzo que siempre es recompensado ampliamente, con los resultados obtenidos. Hay que convertir las practicas en hábitos que sean agrables.
