TRATAKA EL ARTE DE MIRAR FIJO
“…El Yoga es un antiguo sistema de filosofía, estilo de vida y técnicas que
hace evolucionar todas las facetas de la persona: la parte física, la
vitalidad, la mente y las emociones, así como la sabiduría, la ética y la
calidad de las relaciones interpersonales… Nos lleva a descubrir la
realidad espiritual inherente a cada uno de nosotros” Swami Niranjanananda
TRATAKA
Trataka es una de las técnicas más directas, simples y efectivas para
lograr la concentración de la mente. Todo el mundo puede practicarle y sus
beneficios son enormes. La palabra “Trataka” significa “mirar fijamente” y
consiste en mirar a un punto u objeto sin parpadear ni pestañear. Es un
método de enfocar los ojos y a la vez la mente en un punto con exclusión de
cualquier otro punto. El objeto puede ser externo, en cuyo caso la técnica
se denomina “bahir trataka” (mirar fijamente afuera) o interno, y entonces
se denomina “antar trataka” (mirada fija interna). La práctica de Trataka
la utilizan de una u otra forma, casi todos los sistemas religiosos y
espirituales. En el hinduismo, es parte integral de la práctica religiosa,
sentarse frente a un cuadro o estatua de una deidad y concentrarse en ella.
Aunque esto se considera una forma de culto, es realmente una forma de
Trataka, ya que el objetivo es concentrar la mente en la deidad externa. El
devoto obtiene de esa práctica, paz mental y un estado de meditación. Es
más, se desarrolla la habilidad para crear visualizaciones internas a
voluntad. En el cristianismo se hace la misma cosa; en cada iglesia hay
imágenes de Cristo, velas y símbolos de la cruz. En el budismo tibetano se
hace Trataka a menudo sobre varias deidades, yantras y mandalas. Así la
práctica de Trataka es universal y ha sido utilizada a través de los
tiempos como método para trascender la experiencia normal. Aunque simple,
es muy poderosa por lo que ha sido utilizada por tantos sistemas diferentes
como medio de elevación espiritual.
Minimizar la distracción visual.
En los textos clásicos de Hatha Yoga se describe Trataka como uno de los
seis shatkarmas o técnicas de limpieza. En este sentido Trataka forma un
puente entre el Hatha Yoga y el Raja Yoga. Cuando se practica hasta que
salen las lágrimas forma parte del Hatha Yoga, pero cuando se practica con
visualización interna entonces es parte del Raja Yoga. Las distracciones
visuale que afectan nuestra concentración y nuestra consciencia, deben
minimizarse; y esto se puede lograr por medio de la práctica de Trataka, la
mirada fija. Los “Yoga Sutra” de Patanjali, explican que aún en el grado
más alto de samadhi o meditación, permanecen en nuestra consciencia ciertas
impresiones, ideas o experiencias que pueden perturbar la concentración y
la mente. Estas ideas o impresiones también pueden experimentarse en el
estado de samadhi y perturbar así la concentración de la mente. A estas
profundas impresiones o ideas se las conoce con el nombre de Pratyaya.
Cuando se detienen las distracciones visuales se puede experimentar una
estructura mental tranquila, como la de un pozo o un lago calmado.
Funciones fisiológicas y mentales.
Fisiológicamente, el Trataka alivia las enfermedades de los ojos, tales
como la tensión ocular, dolor de cabeza, miopía, astigmatismo, e incluso
las primeras etapas de cataratas. Los ojos se vuelven claros y brillantes,
capaces de ver la realidad más allá de las apariencias. El Trataka
beneficia no sólo los ojos sino también un amplio rango de funciones
fisiológicas y mentales. Es buena terapia en la depresión, el insomnio, las
alergias, la ansiedad y los problemas posturales. Su efecto más importante
es sobre Ajna Chakra y el cerebro. Trataka abre la puerta a la energía
inherente a la mente y la canaliza hacia las áreas dormidas de la
consciencia. Además de una mente enfocada en un punto, se consigue fuerza
de voluntad, mejoría de la memoria y concentración. La concentración de la
mente enfocada en un punto se llama ekagrata. Hay numerosas distracciones
que obstaculizan ekagrata. De hecho, la distracción sólo ocurre cuando los
sentidos se sintonizan con el mundo externo, lo que implica una fuga de
energía. Los ojos se mueven constantemente, ya sea en movimientos amplios o
en pequeños saltos, o en temblores sutiles. Aún cuando los ojos estén
enfocados en un objeto externo, lo que ellos perciben es siempre fluctuante
debido a los movimientos espontáneos. Cuando en forma ininterrumpida se
mira un objeto, el cerebro se acostumbra o habitúa y pronto detiene el
registro de este. La habituación coincide con un incremento de las ondas
alfa, que indican una disminución de la atención visual hacia el mundo
externo. Cuando se producen ondas alfa, áreas particulares del cerebro
dejan de funcionar. El resultado de Trataka es el de inhibir la percepción
visual; el sistema nervioso central comienza a actuar aisladamente. Esta
experiencia la conocen los yoguis como “el despertar de Sushumna”. Cuando
se aísla el cerebro de las modalidades sensoriales, y los procesos
mentales, ideas y recuerdos asociados son disparados por estas impresiones
del pensamiento; emerge la consciencia espiritual. Se experimenta la mente
más elevada, liberada del tiempo y del espacio: Sushumna se ha despertado.
Formas de la práctica.
El Trataka consta de 5 tipos de práctica.
1-Bahya Drishti (trataka externo): o mirada fija externa; donde los ojos
permanecen abiertos y enfocados en cualquier objeto externo. Puede ser
“agochari mudra” en la punta de la nariz o “shambhavi mudra” en el
entrecejo. Puede ser también sobre objetos como: la llama de la vela,un
punto, la salida del sol, etc. Al fijar los ojos de esta manera, estará
concentrando la mente en forma automática.
2-Bahya Antar Dristhi ( trataka combinado externo e interno) : primero se
mira durante un tiempo un objeto externo, luego se cierran los ojos y se
mira fijamente la imagen remanente o reflexión interna del mismo objeto.
Para la concentración puede usarse cualquier objeto. Un objeto luminoso
como la llama de la vela, imprime una imagen clara en la retina, la cual
puede ser vista con claridad cuando los ojos están cerrados. Esto lleva a
la concentración de las fuerzas mentales. En el Trataka interno la
consciencia se enfoca únicamente en una imagen interna, por lo que esta
práctica es más difícil que solo el Trataka externo.
3-Antar Drishti (Trataka interno) : Se inclina más a la concentración
porque no hay contacto sensorial externo, como si ocurre con las otras dos
formas anteriores. Se debe practicar Trataka interno cuando se es capaz de
crear una imagen interna clara y cuando la mente está razonablemente
tranquila y calmada. Si se tiene una imagen interna vaga o ninguna imagen,
y se intenta la práctica de Trataka interno, se podrá dormir o perder la
consciencia en los patrones usuales del juego del pensamiento.
4-Shoonya Drishti (mirar la vacío) : debe practicarse una vez que se haya
dominado el Trataka interno. Shoonya significa “vacío” o “estado sin
forma”. No es Chidakasha. En Shoonya Drishti no hay objeto de la
consciencia; se hace con los ojos abiertos mirando a la nada. Toma mucho
tiempo llegar a este estado. Los ojos están abiertos pero no se es capaz de
ver nada porque la mente se ha introvertido.
5-Nirantra Drishti (mirar fijo en forma continua). Mirar fijamente, es
mirar a un punto durante horas sin parpadear. Es lo que solía practicar
Ramana Maharshi durante doce horas al día sin parpadear.
Objetos de la consciencia:
El objeto debe ser algo que atraiga su atención naturalmente y sostenga su
mirada. Puede ser : la llama de una vela, un shivalingam, una cruz, la
punta de la nariz, el símbolo del OM, el entrecejo, el cielo, un ishta
devata, un yantra, un mandala, una flor, etc. Puede escoger cualquier cosa
como su objeto, pero una vez que lo haya elegido, trate de no cambiarlo
porque esto disminuirá la efectividad de la práctica. La mente debe
moldearse a sí misma alrededor de un objeto particular, de forma que este
la atraiga de manera automática. Esto lleva tiempo, así que escoja
cuidadosamente su objeto y luego apéguese a él.
Práctica para más de un propósito.
Trataka desarrolla el poder de concentración cuando la energía de la
consciencia se dirige a un punto de atención. La práctica lleva a la
meditación de manera automática. Hay muchos métodos de Trataka que sirven a
distintos propósitos. Si quiere practicarlos para lograr comunicaciones
telepáticas, hay un método. Si quiere practicar para influir en las mentes
de otros, hay otro método. Si quiere practicar para mejorar su visión
ocular, el método será también diferente. Para obtener resultados distintos
se siguen métodos diferentes. Despierta también las facultades de la
clarividencia, telepatía, telequinesis. Una persona puede ser llamada
utilizando el método de Trataka en el ojo psíquico; el lenguaje psíquico
hablado por los ojos obliga a la persona a venir. Hay ciertas formas de
Trataka usadas para detectar el paradero de objetos perdidos o robados y
encontrar al ladrón. A través de Trataka también se puede curar.
Lineamientos.
Trataka puede hacerse en cualquier momento, pero es mucho más efectivo
cuando se practica con el estómago vacío. El tiempo más idóneo es entre las
cuatro y las seis de la mañana. Debe hacerse en absoluto silencio, sin
ventilador. Si quiere ahondar más profundamente en la mente, debe
practicarse tarde en la noche, antes de acostarse y antes de japa o
meditación. Si hay un flujo incontrolable de pensamientos durante la
práctica de Trataka, se puede al mismo tiempo añadir mantra japa. Es una
práctica que produce calor, por lo que debe hacerse después de bañarse,
cuando la persona se sienta fresca. Si practica Trataka al salir el sol, no
debe mirarlo nunca directamente; esto es dañino para los ojos y puede
causar catarata. Siempre practique sobre un objeto fijo, nunca sobre uno
que se mueva. Aunque Trataka debe practicarse en la postura más firme
posible, puede hacerse sentado en una silla o en Sukhasana; es mucho mejor
que hacerlo en Siddhasana o Padmasana. Una vez que empiece la práctica, no
debe haber ningún movimiento en el cuerpo. Tanto en la forma externa como
en la interna de Trataka, los ojos no deben parpadear ni moverse de alguna
manera. La quietud de los globos oculares y de los párpados es esencial
para lograr la claridad de la imagen interna. Si la mente divaga o empieza
a pensar en otra cosa, debe regresarla al objeto de la concentración. Si
está utilizando la llama de una vela, no debe haber ninguna otra luz. Si
está utilizando un punto negro o cualquier otro objeto, debe haber buena
luz. Mirar fijamente un cristal debe hacerse con luz tenue. Trataka en la
llama de una vela debe practicarse en un cuarto sin ventilador ni briza. La
llama no debe titilar. La vela debe ponerse sobre algo firme a la altura de
los ojos, con la separación que permite la longitud de un brazo. Al hacerlo
sobre cualquier objeto, debe practicarse sin anteojos o lentes de contacto.
Si tiene visión defectuosa, ubique el objeto de tal manera que no lo vea
doble y que este no se vea borroso.
« Trataka: la inusual
« ¿Hacia qué dirección es mejor practicar yoga y meditar?
Ejercicio práctico de trátaka con una vela »
Trataka: la inusual práctica de la mirada fija
Un yogui, mirando fijamente a un punto hacia el horizonte, pasando el
tiempo sin que sus pestañas bajen un segundo para dar descanso a sus
pupilas, probablemente no se encuentre soñando despierto, absorto en sus
pensamientos. Es probable, mas bien, que esté practicando trátaka. “La
práctica de fijar la vista firmemente, sin pestañear, en un objeto pequeño,
es conocida como trátaka por los maestros” , señala el Hatha Yoga
Pradipika, uno de los textos clásicos de Hatha Yoga.
En sánskrito, trátaka quiere decir “mirar fijamente” o “contemplar”, y es
la última práctica en la lista de los shatkarmas. Los shatkarmas, o las
“seis acciones” (shat= seis, karma= acción), son un grupo de prácticas
purificatorias, que de acuerdo al Hatha Yoga Pradipika, deben ser
realizadas antes de embarcarse en el ejercicio del pranayama o en prácticas
más avanzadas. Practicarlas, moviliza y dirige la energía en el cuerpo, en
los estratos más superficiales y más profundos de la mente. A su vez,
purifican al cuerpo de toxinas, y asegura una progresión segura en el
camino de las prácticas espirituales.
Una vela es uno de los objetos recomendados para la práctica de trátaka.
Trátaka interno y externo
La práctica de trátaka, consiste en dirigir la mirada a un punto fijo. Esto
es lo que se conoce como bahiranga trataka, o trátaka sobre un objeto
externo. La mirada se mantiene fija en ese objeto, pero no recorriéndolo,
sino en un punto fijo de este. La mirada se sostiene así por un largo rato,
e incluso se debe evitar el pestañeo aunque los ojos empiecen a lagrimear
(de hecho, esto limpia los ojos de impurezas). El objeto elegido para
realizar la práctica puede ser, por ejemplo, una vela, un yantra, un
mandala, la luna llena, el sol cuando se encuentra en el horizonte, el
símbolo OM, una bola de cristal, un shivalingam, un chakra o la propia
sombra. La práctica se puede realizar sobre otros objetos también, pero es
más efectiva sobre los mencionados anteriormente. Consulta este post para
instrucciones para practicar trátaka con una vela.
Posteriormente, se puede, además, practicar antaranga trataka, o trátaka
interno. Esto consiste en, con los ojos cerrados, visualizar un objeto, que
puede ser un símbolo,o por ejemplo un punto de luz o una estrella. una
práctica intermedia entre el trátaka externo y el interno consiste en
visualizar un objeto externo, y, cuando los ojos no puedan permanecer
abiertos por más tiempo debido al cansancio ocular, cerrarlos e intentar
visualizar esa misma imagen internamente.
Efectos y beneficios de mantener la mirada en punto fijo
Como en el resto de las prácticas yóguicas, el objetivo y efectos de este
ejercicio, van más allá de lo que a simple vista podríamos observar. En
primer lugar, como fruto que se obtiene de cualquiera de los tipos de
trátaka, tenemos la concentración de la mente. Los ojos son la puerta hacia
la mente. El fijar la vista en un punto fijo, sin pestañear, mantiene a la
mente también en un punto fijo y en calma, permitiendo un cese a la
corriente de pensamientos . Por ello, si uno se encuentra ansioso o no
pudiera dormir por estar con la mente agitada, practicar trátaka le traerá
tranquilidad. El hacerlo por períodos prolongados y con frecuencia, es un
gran entrenamiento para la concentración, por lo que es un excelente paso
previo para prácticas de meditación.
Pero siendo un ejercicio, además, de mental, también físico, los efectos
también florecen a este nivel. Según la experiencia de los yoguis, el pasar
períodos prolongados con la vista en un punto fijo, y sin pestañear, relaja
los ojos y mejora considerablemente la vista, curando además diversas
enfermedades relacionadas a ella. Alivia el dolor de cabeza, y mejora la
miopía, el astigmatismo y las primeras etapas de cataratas.
Y como todo lo que tiene lugar en un nivel del ser tiene lugar análogamente
en los demás, la práctica de trátaka purifica además al chakra ajna, el
también llamado “tercer ojo”. Este centro energético, a la altura del
centro de nuestra frente, está relacionado con habilidades como la
clarividencia, la capacidad de “ver” con la mente, más allá del espacio y
tiempo inmediatos. Una práctica prolongada y sostenida en el tiempo, bajo
las instrucciones de un gurú o profesor calificado, pueden resultar en la
adquisición de esta habilidad. Los poderes paranormales resultantes de la
práctica de yoga, no son, sin embargo, el objetivo de estas, sino más bien
efectos secundarios de de las mismas.
Dependiendo del punto u objeto a observar, además, los efectos que se
consigan serán, a cierta escala, diferentes. Realizar trátaka con una vela,
un punto negro, o frente al sol, la luna o determinadas estrellas, por
ejemplo, traerán todos efectos diferentes y muy particulares, debido a las
distintas energías sutiles que componen a estos cuerpos. Para adquirir el
tipo de efectos más sutiles de esta práctica, y a la vez los más poderosos,
uno debe, además, identificarse con el objeto a contemplar (samyama). Hay
mucho por profundizar en este punto, y es mejor practicarlo bajo la guía de
un yogui experto: se debe ser cuidadoso al elegir el objeto de
contemplación, ya que algunos de ellos, en apariencia inocuos, pueden
movilizar energías indeseables.
Ejercicio práctico de trátaka con una vela
Si has escuchado hablar de trátaka, la práctica yóguica de la mirada fija,
y estás interesado en acá te proponemos un ejercicio simple para comenzar.
Instrucciones para practicar trátaka con una vela
Trátaka externo
Enciende una vela y colócala frente a ti.
Siéntate más o menos a un brazo de distancia de la vela.
Adopta cualquier posición cómoda de meditación, con la columna y la cabeza
rectas.
Cierra los ojos y relaja todo el cuerpo, especialmente los ojos.
Tómate unos momentos para estar consciente de tu quietud. Tu cuerpo debe
permanecer quieto durante toda la práctica.
Abre los ojos y mira fijamente a la vela.
Intenta no pestañear en ningún momento, permaneciendo así por dos o tres
minutos (con el tiempo puedes extender la práctica hasta permanecer así la
mayor cantidad de tiempo posible). La mirada debe estar relajada, ya que si
tensas los ojos será más fácil que parpadees.
Tu atención debe centrarse únicamente en la vela. Si tu mente comienza a
divagar, tráela nuevamente a la vela.
Trátaka interno
Cuando sientas que no puedes permanecer más con los ojos abiertos,
ciérralos e intenta visualizar la vela en tu mente. Si la imagen se mueve,
intenta estabilizarla.
Si la imagen empieza a desvanecerse, intenta traerla nuevamente. Si no
logras conseguir esto, abre los ojos y vuelve a observar la vela.
Sigue durante 3 o 4 rondas estos mismos procedimientos de contemplación o
trátaka externo bahiranga trátaka) y de contemplación o trátaka interno
(antaranga trátaka).
Luego de completar la última ronda, frota tus palmas una contra otra y
colócalas en tus ojos para energizarlos.
Precauciones al practicar trátaka con una vela
Las personas con glaucoma no deben realizar esta práctica, o en todo caso
deben consultar con un experto.
Las personas con epilepsia no deben practicar trátaka con una vela. Pueden
en cambio, practicar con un punto negro dibujado en un papel o con
cualquier otro objeto totalmente fijo.